Tormenta en la nube: El ciberataque que golpeó a WestJet
A las 2:13 a. m. del 13 de junio de 2025, una invasión silenciosa se desató—no en el aire, sino en las profundidades del ciberespacio. WestJet Airlines, el orgullo del cielo canadiense, se encontró repentinamente bajo asedio digital. Sin previo aviso, los sistemas comenzaron a fallar. Los accesos de los clientes no funcionaban. Los paneles internos se volvieron inaccesibles. La aplicación se congeló. Había llegado una tormenta—pero esta no estaba en el pronóstico.
Para quienes no conocen WestJet: la aerolínea fue fundada el 27 de junio de 1994 por un grupo de emprendedores inspirados en el modelo de bajo costo de Southwest Airlines. Su primer vuelo despegó en 1996 con solo tres aviones y cinco destinos en el oeste de Canadá. Hoy, WestJet es la segunda aerolínea más grande del país, con una flota de más de 180 aviones y conexiones a más de 100 destinos en América del Norte, Europa, el Caribe y Asia. Con sede en Calgary, Alberta, es conocida por su servicio amigable, precios accesibles y fuerte identidad canadiense.
Pero aquella mañana de junio, nada de eso importaba. La infraestructura digital de la aerolínea había sido comprometida. Los clientes no podían hacer el check-in, gestionar sus reservas ni restablecer sus contraseñas. Aunque las operaciones de vuelo no se vieron afectadas, el daño digital era innegable.
¿Los atacantes? Fantasmas en el código. Sin nombres. Sin demandas. Sin un grupo que se atribuyera la responsabilidad. Pero sus huellas estaban por todas partes: sistemas bloqueados, servicios interrumpidos, una advertencia inquietante a los viajeros y empleados para proteger sus datos personales. Los expertos susurraban la palabra ransomware. Todo coincidía—la parálisis repentina, el silencio, el temor latente de que datos sensibles hubieran sido robados.
Al amanecer, WestJet activó su modo de crisis. Equipos de ciberseguridad movilizados. Autoridades federales y Transport Canada alertados. Mientras avanzaba la investigación, la aerolínea se preparaba para todos los escenarios posibles.
Cada 12 horas, WestJet publicaba actualizaciones—precisas pero cautelosas: «Estamos investigando activamente y compartiremos nueva información en cuanto esté disponible.» Tras bambalinas, los pasillos de TI estaban llenos de urgencia. Servidores de respaldo activados. Evaluaciones de riesgos realizadas. Planes de contingencia en marcha. La batalla contra la amenaza digital había comenzado.
Pero este ataque no es un caso aislado. Forma parte de una tendencia preocupante en la que las aerolíneas se han convertido en objetivos cada vez más frecuentes de los ciberdelincuentes. Con enormes cantidades de datos sensibles de pasajeros, las aerolíneas son presas ideales para los ataques digitales. WestJet ahora se une a la creciente lista de aerolíneas afectadas, como Sunwing y SpiceJet, que han sufrido ataques similares en los últimos años.
Hasta la fecha, los atacantes siguen en la sombra. Los sistemas aún no han sido completamente restaurados. ¿Y los cielos? Siguen siendo acogedores—pero las nubes digitales nunca han parecido tan amenazantes.
Fuentes:
